Historia:
El origen del hojaldre se encuentra en la repostería medieval en las zonas bajo influencia árabe, aunque su origen es probablemente anterior, pudiendo encontrarse referencias clásicas a pastas de repostería hojaldradas en Grecia y Roma (Petronio). Pasteles hojaldrados dulces o salados se realizan en España con anterioridad al siglo XVII (véase ‘El Buscón’ de Francisco de Quevedo, escrito en 1604). En su origen, cada hoja, muy delgada, se hacía por separado y, untadas de grasa, se unían, tal como se sigue haciendo en platos como la pastela marroquí.
Garpesa:
Desde los inicios de Garpesa,
variando con el tiempo, adaptando a los gustos,
Elaboración:
Masa de hojaldre que se va laminando y luego se cuece…
el hojaldre, con manteca de cerdo ibérico. Un proceso complicado y manual que las máquinas de pastelería de hoy en día no admiten. En Garpesa, se sigue elaborando el hojaldre con la receta clásica.
La crema es también tradicional. No se trata de las cremas deshidratadas de larga duración.
Yema de huevo, leche fresca, nata fresca y azúcar blanco y almidón de maíz. Sin colorantes ni conservantes (no se utilizan en ningún producto).
Además lleva un merengue de tipo italiano que se elabora con clara de huevo y un almíbar que se cuece a 120 grados. Para nosotros, el merengue italiano es el mejor. Con una textura más fina, menos cantidad de azúcar… El único problema que presenta es su laboriosa elaboración por lo que no es muy común encontrarlo en pastelerías.